La bronquitis infecciosa aviar (BI) es una enfermedad viral altamente contagiosa que ocasiona pérdidas económicas significativas en la industria avícola global. En Colombia, donde se ha reportado desde 1963, la enfermedad se presenta principalmente con signos respiratorios en pollos de engorde. Entre 2003 y 2005, se identificaron las cepas GI-1, GI-16, GI-20 y GVI-1; en 2020, se detectaron cepas compatibles con GI-16 y GI-11, siendo esta última la variante predominante, asociada a manifestaciones clínicas respiratorias, infertilidad, disminución en la producción y calidad de la cáscara, trastornos entéricos y nefropatías.
La industria avícola de América del Sur se enfrenta a un importante desafío de micotoxinas, los cuales son metabolitos secundarios nocivos producidos por mohos, que comprometen la salud de las aves de corral, la productividad y la estabilidad económica. Las diversas condiciones climáticas de la región, exacerbadas por el cambio climático, promueven el aumento en la prevalencia de micotoxinas claves como aflatoxinas, fumonisinas, ocratoxinas, zearalenona, tricotecenos, entre otras, que son perjudiciales para la salud avícola y pública.
El uso de antibióticos como promotores de crecimiento en la producción animal es cada vez más restringido y limitado a nivel global, especialmente para América Latina. Por tal motivo, existe una alta demanda de productos alternativos a los antibióticos que puedan ser utilizados como agentes profilácticos y promotores del crecimiento en animales.
El Reovirus aviar está ampliamente distribuido en la avicultura comercial y se ha asociado con diversas patologías, como artritis viral, tenosinovitis, enfermedades respiratorias y entéricas, miocarditis, hepatitis, síndrome de descartes y malabsorción en pollitos. No obstante, se estima que entre el 85 % y el 90 % de los aislamientos de Reovirus son apatógenos.
Cada día es más popular el empleo de sustancias naturales biológicamente activas como aditivos en la formulación de las dietas para las gallinas ponedoras y los pollos de engorde, las cuales incluyen las preparaciones basadas en plantas fitobioticas que contienen sustancias químicas con propiedades mejoradoras de la digestión y la palatabilidad. Estas sustancias con frecuencia son antioxidantes, antinflamatorias, inmunomoduladoras y antibacterianas.
Cada día es más popular el empleo de sustancias naturales biológicamente activas como aditivos en la formulación de las dietas para las gallinas ponedoras y los pollos de engorde, las cuales incluyen las preparaciones basadas en plantas fitobioticas que contienen sustancias químicas con propiedades mejoradoras de la digestión y la palatabilidad. Estas sustancias con frecuencia son antioxidantes, antinflamatorias, inmunomoduladoras y antibacterianas.
Los desafíos para la salud animal son cada vez más críticos con la presión para reducir el uso de antibióticos y, en consecuencia, ser más productivos. En agosto, Medellín y Bogotá acogieron el lanzamiento de los productos de la antigua Framelco, que ahora forman parte de la cartera de Adisseo, uno de los líderes mundiales en aditivos para alimento animal. Al evento, organizado por Adisseo con el apoyo de Danux de Colombia, su representante comercial en el país, asistió un selecto público de profesionales técnicos de las más importantes empresas de producción animal de Colombia. Con los nuevos productos, la compañía se destaca por tener una gama aún más completa de soluciones nutricionales para la salud intestinal y la digestibilidad de los alimentos.
En este estudio se evaluó la capacidad antioxidante de la silimarina -lecitinizada específicamente contenida en el producto Liver Free compuesto por una mezcla de (Extracto de Sylibum marianum 10g, lecitina de soya 30g (Silimarina lecitinizada), Extracto de Cynara scolymus 25g, DL-Metionina 5g.