En los sistemas modernos de producción avícola, la salud intestinal se ha convertido en un pilar clave para garantizar la sanidad, el bienestar y el rendimiento productivo de las aves. Un tracto gastrointestinal funcional no solo es esencial para una adecuada digestión y absorción de nutrientes, sino que también cumple un rol fundamental como barrera física, inmunológica y microbiológica frente a patógenos y toxinas del ambiente.
En los últimos años hemos tratado de entender las fases de la respuesta inmune, la patogénesis y la protección conferida por vacunas frente a los desafíos de Salmonella Enteritidis, pero debemos tener en cuenta que esa respuesta inmune depende del serotipo infectante y de la expresión genética del huésped. La Salmonella Enteritidis y la S. Typhimurium pueden infectar diversos hospedadores.
Bronquitis Infecciosa Aviar (BI) es una enfermedad sistémica, que se encuentra distribuída globalmente, afectando principalmente a pollos y gallinas, aunque ha sido descrita en otras especies como pavos y faisanes. Es ocasionada por el Virus de la Bronquitis Infecciosa Aviar (IBV), uno de los principales agentes asociados al Complejo Respiratorio Aviar, el cual infecta el sistema respiratorio, reproductivo y renal de las aves ocasionando alta morbilidad y una mortalidad variable asociada a cepas con tropismo por el tejido renal y la presentación de coinfecciones.
Cuando se trata de establecer los tiempos mínimos de funcionamiento de los ventiladores durante el tiempo frío, es importante tener en mente que uno de los objetivos primarios de la ventilación mínima es manejar los niveles de humedad del galpón.
La Salmonella es un patógeno Gram-negativo causante de enfermedades como fiebre tifoidea y gastroenteritis. Existen alrededor de 2600 serovares de Salmonella que pertenecen a dos especies: Salmonella bongori y Salmonella enterica; esta última es la más relevante en humanos y animales y contiene serovares móviles (con flagelo) y no móviles (sin flagelo).
Salmonella es un importante patógeno transmitido por alimentos que causa infección en los seres humanos. Además, algunos serotipos como Salmonella Gallinarum están relacionados con infección en aves.
El Metapneumovirus aviar (aMPV) está asociado a infecciones del sistema respiratorio superior de aves comerciales, ocasionando una enfermedad respiratoria principalmente en pavos y pollos, aunque otras especies como faisanes y patos domésticos también pueden verse afectadas. La infección se caracteriza por generar sintomatología respiratoria de leve a moderada, mortalidad baja y alteraciones reproductivas en gallinas ponedoras o reproductoras.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la industria avícola en países en desarrollo son las enfermedades infecciosas que afectan tanto a pollos de engorde como a gallinas ponedoras, causando importantes pérdidas económicas. Bacterias como la Salmonella impactan la salud de las aves, reducen la productividad, aumentan los costos de producción y la mortalidad de las aves es mucho mayor. Salmonella enterica subsp enterica serovar Gallinarum tiene dos biovariedades importantes como son Gallinarum y Pullorum, las cuales provocan tifosis aviar y pulorosis, dos de las enfermedades bacterianas más conocidas en esta industria.
La inflamación es un proceso vital del sistema inmune que conlleva un importante costo metabólico en los seres vivos. La inflamación, ya sea por agentes infecciosos u otros estímulos, activa diversas células del sistema inmune, como macrófagos y neutrófilos (heterófilos en las aves), que consumen una gran cantidad de energía. Esta mayor demanda de energía se refleja en la producción de mediadores inflamatorios y en la reprogramación metabólica de las células afectadas.
Las micotoxinas son metabolitos secundarios de los hongos, las cuales son las responsables de la generación de micotoxicosis en los animales. Encuestas recientes donde se han evaluado muestras de 4 continentes y más de 30 países muestran una alta frecuencia de micotoxinas en el maíz, siendo positivas con al menos una micotoxina, el 92% de las muestras analizadas. Las micotoxinas generan serias afectaciones al sistema inmune de las aves, hígado, riñón, sistema nervioso, entre otros.