In Memoriam al Doctor Hernán Morales
Cuando se trata de escribir sobre el gran colega y super amigo que ya no nos acompaña en este mundo, es difícil encontrar el camino por donde empezar……..
En nuestro querido pueblo natal de El Líbano vivíamos separados por solo dos cuadras, pero la distancia era mucho más cercana cuando se trataba de nuestra amistad que empezó en la calle quizás practicando algún juego (trompo o bolas)….. o quizás cuando estudiábamos en la escuela o en el bachillerato…
Recuerdo muy bien a su padre, Don Alberto, siempre elegante montando en sus hermosos caballos que con mucho orgullo se paseaba por las calles del Líbano, que linda época de tranquilidad…… También recuerdo a sus hermanos Veterinarios: Néstor (QEPD) quien trabajaba en el ICA en la sección de ovinos y Fernando que trabajó un tiempo en la estación experimental de Pasto. Su hermano mayor Alberto, elegante como su padre, se graduó de Médico. Otro hermano fue Domingo quien fue Profesor en el colegio Claret y lo recuerdo mucho por su humildad y sencillez y porque siempre se desplazaba por la ciudad en su bicicleta. Naturalmente, recuerdo a sus hermanas Elsa quien siempre fue su GRAN hermana de confianza, Neyith quien desafortunadamente murió muy temprano, Margoth (la mayor), y Stella.
Después de terminado el bachillerato ya vino la “separación” pues Hernán viajó a Bogotá a iniciar sus estudios de Medicina Veterinaria en la Universidad Nacional y yo continué en el bachillerato hasta terminarlo y luego iniciar mi carrera de Veterinaria en la Universidad del Tolima en Ibagué. Al final, nos volvimos a encontrar en Bogotá trabajando en la misma área geográfica, Hernán en la Facultad de Veterinaria y yo en el edificio al frente de la facultad, en el ICA o lo que se llamaba el Laboratorio de Investigaciones Médicas Veterinarias o LIMV. Realmente durante esta época no nos reuníamos con frecuencia pues cada uno estaba en el trabajo que era exigente. Nos separamos nuevamente cuando cada uno viajamos a estudiar la Maestría, yo en la Universidad de Texas A&M y Hernán en la Universidad de Nebraska en Lincoln, Nebraska, ciudad donde ambos estuvimos, pero en épocas diferentes pues Hernán obtuvo su maestría en Microbiología en la Universidad de Nebraska en 1973.
Nuestra amistad se aumentó considerablemente cuando yo regresé de mis estudios en la Universidad de Texas A&M y Hernán, además de sus responsabilidades en la Universidad Nacional, también dictaba clases nocturnas en la Universidad Javeriana, trabajo que realizó durante muchos años preparando muchos estudiantes de postgrado que siempre le agradecieron sus enseñanzas.
Nuestra confianza mutua perduró a pesar de nuestros viajes y esfuerzos para progresar académicamente en nuestra profesión y cuando yo viajaba a Colombia siempre encontrábamos un espacio para reunirnos a conversar (o a “revisar literatura” como él lo llamaba). Así fue como hablábamos de su laboratorio que empezó como un laboratorio de servicio principalmente en el área de bacteriología (Salmonella en la mayoría de los casos), para luego ampliarse a otras áreas y con la adición de Microbiólogas competentes como María Teresa Brigard y Judith Figueroa, quienes también fueron fundadoras de Bioalfa en el año 1986. Su querida empresa fue progresando poco a poco hasta convertirse en una empresa importante en el sector avícola nacional.
En la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia realizó docencia en Microbiología y enfermedades infecciosas desde el año 1966 hasta el 2005. Muchos de los colegas socios de AMEVEA fueron estudiantes del Dr. Morales.
Otras experiencias importantes del Dr. Morales fueron sus visitas y contactos con la Universidad de Kansas, la Universidad Austral de Chile donde trabajó en el área de termobacteriología y leche ultrapasteurizada, la Universidad de Minas Gerais en Brasil y la Universidad de los Andes donde hizo una especialización en Microbiología de Alimentos.
Hernán siempre fue una persona de familia que sacaba tiempo para visitar y compartir con amigos como con mi hermana Beatriz y su esposo Fabio con quienes conversaba alegremente bajo el consumo de una buena “arepa” y un cafecito. Siempre trabajó con Mario y Javier, dos de sus sobrinos a quienes les tenía toda la confianza necesaria para colaborar en todas las actividades de su empresa.
Naturalmente, Amalia, su secretaria durante 25 años, era una persona especial en quien también confiaba totalmente.
Mi última comunicación con Hernán fue unas pocas semanas antes de su muerte pues se nos ocurrió la idea de hacer una lista de los colegas Veterinarios avícolas nacidos en nuestro querido Líbano, Hernán me proporcionó varios nombres de las últimas generaciones que yo no conocía debido a estar por fuera del país. Espero que esta idea la pueda terminar para satisfacción de Hernán y los colegas amigos.
Para toda su familia descrita en este resumen, para su esposa Cecilia Grass y para el equipo de trabajo de la empresa Bioalfa, a nombre de AMEVEA expreso un sincero sentido pésame por esta pérdida irreparable de este gran Profesor, amigo y profesional intachable.